Rutillas: Sevilla I
6 de Septiembre, 2004 1:11
Un fin de semana redondo, magnífico, especial, y descubriendo una ciudad que siempre me había llamado la atención, pero de la que nunca hubiera esperado tanto contenido, contenido interesante, contenido arquitectónico, contenido cultural. Y eso que no he visto nada, porque en Sevilla, ver hay mucho que ver todavía; así que será cuestión de volver a por más, pronto ; )
Y allí estaba yo un sábado, a las 11'00 de la mañana y lo primero que me dieron fue una vueltecita en coche para captar una visión de conjunto de la ciudad, conjunto monumental interesante, y como comentaba, más amplio de lo que esperaba, pero en cierto modo lógico; Sevilla siempre fue una ciudad importante, bastante grande, y todos los edificios que se han conservado reflejan esa importancia y huelen...
...a historia.
Luego a pie, empezando por un edificio importante y monumental; la Catedral, con sus arcos, sus columnas, impresionante; ya la había visto anteriormente, pero fue de noche, en un espectáculo flamenco unos años atrás, y claro, de día todo cambia. La subida a la Giralda imprescindible, por sus 34 rampas por las que supuestamente iba el campanero a caballo para tocarlas, rampas que se van estrechando según subes y que abrió un debate del posible "¿porqué se estrechan?" a la salida del monumento. Es agradable estar rodeado de mentes que busquen explicaciones a cosas que otros ni siquiera se plantearían :)
Unas tapitas en la zona centro con algo de beber; sorprende el hecho de que tengas que pagar por las tapas, acostumbrado a la gratituidad de las mismas en Granada, pero vamos, reconocer hay que reconocer que ricas, están. Al mismo tiempo el hecho de estar sentados siempre se agradece para poder continuar el recorrido, que siguió por los Alcázares Reales, enormes, y aunque la parte de los jardines me recordaba bastante a los Alcázares de Córdoba, el edificio interiormente es bastante distinto, y sorprendentemente bien decorado, con multitud de motivos árabes, en suelos, paredes y techos.
Al igual que nos pasó por la mañana en la catedral, vimos cantidad de cuadros y echamos de menos a algún experto que nos los explicara un poquito, siempre se disfrutan mucho más; ante la ausencia de tal experto nosotros mismos empezamos a criticar las obras de arte, destacando los blancos de fulanito (de cuyo nombre ahora no puedo acordarme), que si el niño plin estaba mal proporcionado porque tenía demasiada musculatura y la cabeza muy pequeña en relación al resto del cuerpo, que si la perspectiva en tal sitio no cuadraba,... y por supuesto aquellos detalles que nos sorprendían, como la belleza de los pliegues de la ropa en algunos cuadros, la intensidad de los colores en otros, el efecto de profundidad en algunos paisajes, .. y en cierto modo nosotros mismos le dimos la vida a los cuadros que la necesitaban, desde un punto de vista rozando la negligencia artística, pero claro, no somos artistas, ni expertos en arte, de momento ;)
De allí a pasear un rato por la orilla del río Guadalquivir, que me recuerda al Támesis, pero claro, eso me pasa por haber hecho más turismo en la isla pérfida que en mi propio país, cosa que estoy intentando arreglar. Y el sol todavía pegaba, pero el airecillo que corría simulaba un fresquito muy ...
...continuará...
P.D: El continuará es culpa de David Gurrea, que me lo sugirió recientemente en un comentario, argumentando que eso haría las historietillas más interesantes ;) El caso es que ahora no me da tiempo de escribir más, así que me viene bien ponerlo, para que lo vamos a negar (desléase la última frase).
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