Rutillas: Pateando London con amigos desconocidos
13 de Octubre, 2004   22:35

El otro día comentando con unos amigos que me venía a Londres una temporadilla me dice Luis: pues la prima de Mercedes trabaja allí, cuando vayas dale un toque y quedas con ella. Así que antes de venirme para acá le pedí a Mercedes el teléfono de su prima (que también se llama Mercedes) y la llamé el otro día a ver por dónde andaba. Y coincidentemente, y dado el hecho de que en España estamos de puente, estaba de turista con unos amigos de Granada que habían venido a verla, así que aprovechamos para quedar el domingo pasado y irnos los 4 de turistas por Londres.

Quedamos en la parada del metro de Victoria a la que llegué 15 minutos tarde, por aquello de que a los treneros de Londres se les ocurrió ponerse a hacer labores de mantenimiento y retrasar todos los trenes con su trabajo, pero bueno, llegué. Y allí estaban los tres, Mercedes, Fernando y Magüy, tres desconocidos hasta ese momento, pero amigos a partir de entonces, que es una de las cosas buenas que tienen los viajes :)

¿Qué hicimos? Bueno, pues eso, patear, empezando por visitar la abadía de Westminster. Luego nos fuimos en metro a la parada de Notting Hill, esa, la que hizo tan famosa la película del mismo nombre, y nos pateamos la calle de Portobello, toda llena de tiendecillas, muchas de ellas de ropa que a Magüy le encantaban, y aunque a mi no mi iban mucho si había que destacar que algunas de ellas (sobretodo las de segunda mano) tenían una ropa muy original y sobre todo una música de fondo muy buena, que siempre es de agradecer. Pero mejor aún eran las tiendas de enredos y sobre todo y por supuesto las de antigüedades, con todos esos cacharros que apetece comprar pero nunca tiene uno dinero (ni mucho espacio para ponerlas).

También estuvimos buscando la puerta azul, la que sale en la película de Notting-Hill, pero nos explicaron que ante la avalancha de curiosos visitando la propiedad (que al parecer es una residencia) decidieron pintarla de otro color para despistar al personal. Bueno, parece lógico, pero nos dejó con la intriga...

Mercedes nos preguntó: ¿dónde os apetece comer? Y Magüy dijo: En Paddington. Y preguntamos: ¿por qué en Paddington? Y Magüy nos sorprendió con su respuesta: porque solo está a tres paradas de aquí... Una respuesta que puede parecer absurda pero que nos tuvo toda la tarde de cachondeo. De hecho el barrio no estaba nada mal, aunque corría un fresquito de los que casi cortan el cutis, y comer comimos en un típico pub Paddingtonés en el que probé los fish & chips, hubo mas pies y también salchichas con puré que no le hicieron mucha gracia a Fernando :P
Luego paseo por la zona, alguna que otra tienda más que ver y en la ultima Fernando y yo nos entretuvimos en hacer fotos de la misma mientras la nenas le echaban un vistazo a los trapujos que allí tenían.

De allí nos fuimos a tomar una taza de té a la casa en la que conocimos al gato Mr. T, muy simpatico y juguetón y para acabar el día pues cenamos en un italiano. En resumen, un día muy entretenido, relajado y conociendo gente mu apañá.

En: Rutillas  |  Permalink


Inserte su comentario:
Nombre:
email:
Comentario: