Rutillas: Cartagena - La Manga
1 de Octubre, 2003 16:47
El fin de semana pasado (o mejor dicho, el anterior) estuve por la zona de La Manga del Mar Menor. Había quedado por allí con unos amigos de Madrid el viernes por la noche, así que aproveché el viaje para pasar antes por Cartagena a hacer algo de turismo y, cómo no, unas cuantas fotos.
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Por alguna razón tenía en mente que Cartagena no era una ciudad atractiva, pero esta idea no me cuadraba con la idea de lo supuestamente importante que había sido esta ciudad a lo largo de la historia por lo que nos cuentan los libros, así que pensé que sería interesante comprobarlo.
Llegué muy temprano, a eso de las 8’00 de la mañana, por esto de los autobuses que no siempre llegan a los sitios cuando uno quiere sino cuando en su horario tienen escrito y como todo estaba cerrado (oficina de información turística, museos, …) me fui para la zona del puerto deportivo y empecé a hacer unas cuantas fotos. No parece un puerto deportivo demasiado grande para el tamaño de Cartagena pero si muy collejo y lleno de barcos interesantes, quizás por aquello de que los barcos, en general son muy interesantes, desde los pequeñitos pesqueros hasta los mas grandecillos, yates de Srs. acaudalados; y como nó los siempre alucinantes veleros y algún que otro barco más o menos antiguo (normalmente veleros también) que siempre puede uno por casualidad encontrar en estos sitios.
De allí, y siguiendo un mapilla de la ciudad que medio me bajé de internet me fui hacia la zona más antigua, alrededor del anfiteatro romano no hace mucho descubierto y que está en plena excavación. Calles estrechas que no siempre sabes hacía donde se dirigen y si acabarán en otra calle o serán un callejón sin salida, y que están llenas de alucinantes casas a quién nadie parecen importar, de balcones de hierro forjado (no tubos huevos soldados como hacen ahora), fachadas encaladas, pintadas de algún color, y vueltas a pintar, desconchadas, flipantes, … Puertas de madera de verdad, también pintadas y vueltas a desconchar, … Mi cámara disparaba y disparaba sin cesar…
De repente una zona bastante extraña; en medio de un barrio, descampados con algunas casas en pie y la mayoría caídas, y en los muros aún sin caer restos de pintura y los papeles pintados que cubrían las paredes, los azulejos de la cocina, baños y otros cuartos; era como ver una casa de muñecas por dentro, pero a tamaño real y si casi suelos, tejados ni otras paredes; solo parte de los muros… Una señora me miraba desconfiada, seguramente pensando que un tipo que hace fotos como un loco de trozos de casas, puertas rotas, balcones oxidados y otras porquerías, no debe de estar tramando nada bueno…
Las doce de la mañana, hora de ir por lo menos al museo naval; aunque si no hubiera museo naval, y con lo visto hasta ahora Cartagena ya se hubiera gastado, ya habría merecido la pena el viaje. Y el museo naval no voy a decir que no fuera interesante, pero quizás demasiado moderno, casi empezando en el submarino inventado por Peral, nacido en Cartagena, y por los muelles de construcción de barcos de hierro, torpedos, minas y otros submarinos en los últimos 150 años. ¿y dónde está la historia de las barcos de vela y remos con los que los cartagineses comerciaban por todo el mediterráneo? Habrá que buscarlos en otro sitio, supongo. (continuará...)
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