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Mulhacén, oh, Mulhacén
30 de Agosto, 2008   23:55

Tenía ganas de hacer alguna rutilla pero no tenía muy claro por dónde así que me puse a mirar distintas opciones que no quedaran muy lejos de Granada (ya que ando estos días por aquí) y aunque en un principio no me decidía por nada concreto, de repente se me ocurrió la feliz idea de, por qué no, subir al Mulhacén desde Trevélez, ya que podría ser una rutilla guapetona. Luego pensé que a lo mejor era una burrada, pero bueno, siempre podría quedarme en Siete Lagunas, sitio que llevaba algún tiempo queriendo ver, y tampoco era una mala opción. Así que miré horarios de autobuses, posibles combinaciones y ale, ayer mismo cogí el autobús y me planté en Trevélez, en un pispas, bueno, algo más que un pispas, porque el autobús recorre toda la Alpujarra soltando y recogiendo a gente y tarda más de tres horas.

20:25h: llegamos a una especie de plaza y allí mismo me bajé; pregunté en un par de sitios para dormir y al mismo precio, creo que elegí la peor opción, más que nada porque la cama era demasiado blanda para lo que yo estoy acostumbrado, pero bueno, tampoco me voy a quejar mucho :|


20:35h: dos guiris que llevaban mi mismo destino pero a un ritmo diferente (como pude comprobar más adelante) estaban comprando en el super y eso me dio una idea: “comprar en el super”; un par de tomates para los sándwiches y algo de fruta para el postre.

20:45h: me dí una vuelta por la zona y empecé a hacer la ruta prevista, más que nada para ubicarme y ver como era el comienzo, y tal como había imaginado, todo cuesta arriba, en fin, es lo que tienen las montañas ;)

21:00h: cogí del hostal lo necesario para la cena, lo eché a la mochila y me fui a dar una vuelta por el pueblo y sus alrededores, parando finalmente en un banquito muy apañado en el que poder comerme la cena y de postre, tumbarme mirando al cielo y oh, todo lleno de estrellas.
A pesar de la iluminación del pueblo, que para mi gusto es algo exagerada, se podía divisar un cielo super estrellado, en comparación a lo que podemos ver en ciudades como Granada y Sevilla e incluso pude ver un satélite cruzar de este a oeste; si lo piensa uno, es un poco absurdo entretenerse mirando un punto de luz que cruza por un sitio lleno de puntos de luces, pero, así somos los humanos, o, algunos de ellos…
De vuelta al hostal, alguna que otra fotillo nocturna del lugar.

23.00h: una duchita y a la cama, no hay champú ni agua caliente, solo agua fresquita de sierra nevada y jabón de la Toja: bueno, al menos hay algo :|

06.30h: suena el despertador y toca desayunar: colacao en botella pet de agua mineral y un buen trozo de bizcocho de Tia Mildred, ejem, Tia Mary.

07.10h: todo recogido, dientes lavados, crema protectora en cara, cuello, brazos y piernas, mochila a la espalda, gps en mano, y comienza la aventura. Mientras fuera, el sol está pensando si salir o esperar un poco, pero el alba iluminaba levemente el camino empedrado… …y cuestudo…

07.50h: empieza a salir el sol por lo alto de las montañas, hora de ponerse el gorro y las gafas de sol.

08.35h: básicamente todo es una gran cuesta, con menores o mayores pendientes, y sudando como un pollo estoy y a la vez helado de frío con el viento que corre, así como no sé si es mejor ponerme la sudadera o quitármela, me la pongo y me la quito a ratos, para ir entretenido ;)

09.10h: llegando a siete lagunas me desvío un momento del camino para hacer unas fotillos a unas cascadas muy guapetonas, llamadas “Chorreras Negras” por el color de la piedra por la que discurren.




09.15h: los bichos del lugar me miran a veces, pero siguen comiendo hierba; afortunadamente, parecen mansos ;)






09.56h: llego a siete lagunas (realmente a la primera de las lagunas) y unos montañeros que bajaban me preguntan que de “dónde he salido”. Al desviarme para hacer la foto de las cascadas perdí el camino y subí prácticamente monte a través (tampoco es que el camino “verdadero” fuera muy diferente ;)


10.15h: un descansito corto y sigo subiendo, el paisaje se vuelve más abrupto cada vez y el camino serpentea entre las piedras, perdiéndose continuamente, por lo que hay que buscar los mojoncillos de piedras que indican el discurrir del camino; no hay que ser muy ciego para perderlos de vez en cuando, uno de mis hobbies del día ;)


11.35h: llego a la cima, pero me siento como Amansen al descubrir que no soy el primero del día, todos están ya allí, son muchos, y algunos están incluso de botellota. Lo que si estoy seguro es que no han subido por dónde yo, no soy un sherpa, pero mi ruta no es apta para todos los públicos :| La única ventaja de que haya gente allí es que pueden hacerte fotos y no tienes que hacer peripecias para poner la cámara con el automático y salir “arretratao” para demostrar que realmente estuviste allí ;)

13.xxh: uno de los handicaps de la ruta de hoy era que el autobús de vuelta para Granada salía a las 17’30 desde Trevélez con lo cual el problema no era hacer la ruta en sí, sino hacerla en un tiempo determinado, así que calculé aproximadamente el tiempo que tenía para estar en la cima, descansar un poco, comer algo, hacer algunas fotos de las impresionantes vistas y emprendí el camino de regreso.

17.xxh: llego con tiempo de sobra al pueblo, así que lo primero que hago es comprarme otra garrafa de Aquarius; durante el camino me he bebido medio litro de agua potable, un litro y medio de Aquarius y más de un litro de agua que cogí de uno de los manantiales más altos. Y todo eso he debido de sudarlo por los poros de mi piel, porque hacer pipí, no he hecho ni gota.

Moraleja: 28,4 kilómetros recorridos entre la ida y la vuelta, 2000 metros de desnivel, un tiempo estupendo, una rutilla algo dura pero guapetona guapetona, ganas de hacer otra pronto pero ganas antes de descansar unos días después del palizón, eso sí, plenamente recomendable.



Les habló un tiíllo, hoy desde la cima ;)

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La Taza de Oro y otras lecturas
20 de Agosto, 2008   18:59

Este verano está siendo un verano bastante marinero, porque aunque la mayor parte del tiempo hayamos estado en tierra, la mente ha estado navegando o muy cerca de hacerlo; por ejemplo, entre los libros y revistas que he leído o estoy leyendo se encuentran varias revistas de náutica, en las que se comenta cómo van a ser los juegos olímpicos en lo que respecta a la Vela, un libro (libraco) de una exposición que se hizo en Granada y Sevilla hará un par de años titulada “Colón desde Andalucía, 1492-1505 “ y que narra no solo la historia de nuestro más famoso navegante sino también la situación económica, política, social, … de su era, el libro de La Taza de Oro, de John Steinbeck, que narra la historia de un bucanero “no muy en sus cabales”, un libro de Apuntes de Vela en Catamarán (para seguir aprendiendo) y el libro “Regatas: tácticas y estrategias” de Didier Ravon y Christian Dumard en el que explican un montón de detalles para entender mejor el mundo de las carreras de barcos. En fin, no me puedo quejar ;)

Les habló un tiíllo lee que te lee ;)

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Lastre para la regata
17 de Agosto, 2008   23:30

Estábamos en los pantalanes del puerto deportivo de Sotogrande viendo los barcos que iban a participar en la regata de la IX Copa Sotogrande Endesa y como no podía ser de otra manera yo cámara en mano haciendo fotillos. En esto que pasa uno de los patrones de los barcos que participaban preguntándole a una chica de la organización si conocía a algún tripulante que pudiera montarse en su barco a lo que ella le contesta que ahora mismo no tenía a nadie. Me faltó tiempo para preguntarle: ¿necesitas a algún tripulante cualquiera o tiene que tener alguna experiencia? A lo que el buen hombre, llamado Nacho, me contesta sinceramente: “me vale cualquiera, solo lo necesito para hacer peso en el barco”.

Y allí me monté yo, echando de menos una buena protección solar, un calzado adecuado y por supuesto a mi gps para poder tener grabado el track del recorrido, pero disfrutando de una experiencia única porque no es lo mismo ver una regata desde la orilla que desde dentro de uno de los barcos que participan, siendo lo más espectacular la salida en la que el grupo de barcos espera en una misma zona para cruzar la línea de salida cuando el comité de regatas lo indica y aquello parece una almadraba en la que los atunes van para todos los lados pero de forma milagrosa, ninguno choca con otro.

Después de la salida cada barco va para dónde le parece, todos con el mismo destino, pero haciendo zigzags tácticos y no sabes nunca muy bien cómo de mal o bien vas porque tampoco tienes muy claro dónde está la boya a la que te diriges ni como de lejos o cerca estás de ella en relación a los demás barcos.

Una vez llegas a dicha boya ya se hace un recorrido un poco más lineal buscando una segunda boya y pasas de ir en contra del viento a ir a favor del viendo, sacando una vela llamada spinaker que parece un globo y que tira del barco con alegría hacia delante y aunque vas a más velocidad que en contra del viento, como vas a su favor, la sensación es de que vas casi parado.

Tras unas cuantas vueltas cruzamos la línea de meta y nos indicaron una segunda manga, enviándonos ésta vez a Gibraltar, concretamente a la boya del aeropuerto, recorrido que aunque fue interesante porque se veía toda la costa desde el barco, era un poco más soso ya que no tenía tantas maniobras. Sin embargo mereció la pena con creces.

Los resultados de la regata: no perdimos, buscaré los resultados pero por lo que recuerdo algún que otro barco llegó detrás de nosotros y gracias sobre todo a mi función como lastre móvil, que si no, lo mismo hubieran llegado los últimos ;)

¿Más resultados? Conocer a 3 marineros muy “buena gente”, uno de ellos incluso de Graná, haber visto una regata desde dentro, aprender algunas cuantas cosas muy interesantes sobre la vela, haber hecho algunas fotos interesantes, haber visto a los Formula 1 del mar como algunos los llaman y haber pasado un día de estupenda navegación.

Les habló un tiíllo, hoy marinero :)

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